El tiempo en la mente y en el cuerpo

El
cuerpo y la mente son universos paralelos,
todo lo que sucede en uno deja sus huellas en el otro
Nuestros pensamientos, nuestros paradigmas dejan sus huellas
en el cuerpo, así también como nutrimos nuestras
células influye en nuestra mente
El tiempo en la mente
Paradigmas antiguos hacen referencia a un mundo de separación
y decadencia, a un tiempo vivido como una prisión,
al cuerpo como una máquina que en algún momento
debe detenerse, es una postura materialista que se traduce
en las creencias del envejecimiento aprendidas de nuestros
padres, de la educación y la sociedad, así
programados se logra que se cumplan las reglas de oro de
estos antiguos condicionamientos mentales.
Investigaciones científicas de las últimas
décadas han verificado que el envejecimiento depende
del individuo, y los descubrimientos mas significativos
se hallan en una visión del mundo completamente nueva,
nacida hace casi cien años con la física cuántica
.
Como la mente tiene influencia en el cuerpo, es necesario
transformar los viejos paradigmas del envejecimiento para
abrirse a una nueva realidad más libre y creativa
Deepak Chopra en su libro “Cuerpos sin edad, mente
sin tiempo” enumera diez nuevos paradigmas basados
en los descubrimientos de la física cuántica:
1. El mundo físico, incluido
nuestros cuerpos, es una reacción del observador.
Creamos el cuerpo según creamos la experiencia de
nuestro mundo
2. En su estado esencial, el cuerpo está
compuesto de energía y de información, no
de materia sólida. Esta energía e información
es un afloramiento de infinitos campos de energía
e información que abarcan el universo
3. La mente y el cuerpo son inseparablemente
uno. La unidad que soy yo se separa en dos corrientes de
experiencia. Experimento la corriente subjetiva como ideas,
sentimientos y deseos. Experimento la corriente objetiva
como mi cuerpo. Sin embargo, en un plano más profundo
las dos corrientes se encuentran en una sola fuente creativa.
Es a partir de esta fuente desde donde debemos vivir
4. La bioquímica del cuerpo es un
producto de la conciencia. Creencias, pensamientos y emociones
crean las reacciones químicas que sostienen la vida
en cada célula. Una célula envejecida es el
producto final de la conciencia que ha olvidado cómo
mantenerse nueva
5. La percepción parece ser automática,
pero en realidad es un fenómeno aprendido. El mundo
en que vives, incluida la experiencia de tu cuerpo, está
completamente inspirado en el modo en que aprendiste a percibirlo.
Si cambias tu percepción, cambias la experiencia
de tu cuerpo y de tu mundo
6. Hay impulsos de inteligencia que crean
tu cuerpo de formas nuevas a cada segundo. Lo que tú
eres equivale a la suma total de estos impulsos y, al cambiar
tus esquemas, cambiarás tú
7. Aunque cada persona parezca separada
e independiente, todos nosotros estamos conectados a patrones
de inteligencia que gobiernan el cosmos entero. Nuestros
cuerpos son parte de un cuerpo universal; nuestras mentes,
un aspecto de la mente universal
8. El tiempo no existe como absoluto; solo
la eternidad. El tiempo es eternidad cuantificada, atemporalidad
cortada por nosotros en fragmentos y trozos (segundos, horas,
días, años). Lo que llamamos tiempo lineal
es un reflejo de nuestro modo de percibir el cambio. Si
pudiéramos percibir lo inmutable, el tiempo dejaría
de existir tal como lo conocemos. Podemos aprender a comenzar
a metabolizar lo inmutable, la eternidad, lo absoluto. Al
hacerlo estaremos listos para crear la fisiología
de la inmortalidad
9. Cada uno de nosotros habita una realidad
que se encuentra más allá de todo cambio.
En lo más profundote nosotros, sin que lo sepan los
cinco sentidos, existe un íntimo núcleo de
ser, un campo de inmutabilidad que crea la personalidad,
el yo y el cuerpo. Este ser es nuestro estado esencial;
es quien realmente somos
10. No somos víctimas del envejecimiento,
la enfermedad y la muerte. Estos son partes del escenario,
no del espectador, que es inmune a cualquier forma de cambio.
Ese espectador es el espíritu, la expresión
del ser eterno
El
tiempo en el cuerpo
El envejecimiento determinado por la herencia genética,
también llamado envejecimiento primario, es inherente
a la naturaleza del hombre, investigaciones realizadas consideran
una expectativa máxima de vida de ciento veinte años
y estiman que física y mentalmente el proceso de
envejecimiento tiene su inicio en forma progresiva a partir
de los veinticinco años. También tenemos que
considerar el envejecimiento que es producto entre otros
factores de las condiciones ambientales, estrés,
alimentación y escasa actividad física, llamado
envejecimiento secundario.
Los factores externos pueden ejercer una influencia negativa
desencadenando enfermedad y envejecimiento, al estar conscientes,
está en nosotros cuidarnos y atraer salud y longevidad.
Si bien no es posible revertir la edad cronológica,
es posible prevenir enfermedades, elegir cómo pensar,
cómo cuidar el cuerpo, cómo vivir.
Somos un cuerpo de energía, la energía se
transforma, entonces nuestras moléculas y células,
las emociones y los pensamientos, pueden transformarse,
para esto hay que actuar a nivel del cuerpo físico;
del cuerpo sutil (mente, intelecto, ideas, emociones, autoimagen,
etc); del cuerpo causal (alma y espíritu)
¿Cómo mantener joven el cuerpo y la
mente?
1. Percibir y experimentar el cuerpo físico
como un cuerpo de energía y transformación
2. Eliminar las toxinas: del cuerpo físico
(drogas, alcohol, el humo del cigarrillo, etc.), de la mente
(pensamientos negativos), emocionales (miedo, depresión,
culpa, enojo e ira) que actúan a nivel del cuerpo
sutil, de las relaciones humanas. Estar consciente de las
elecciones que se realizan y de las emociones que se experimentan.
3. Integrar cuerpo-mente: la respiración
consciente produce un movimiento de la energía desde
el cuerpo físico al mental, escuchar el cuerpo y
el corazón: qué sentimos.
4. Nutrir el cuerpo con alimentos naturales,
integrales, orgánicos ricos en energía o prana,
en minerales y vitaminas, así como incluir suplementos
alimenticios. La Alimentación Nutrimental es el estilo
de nutrición protectora que tiene como objetivo lograr
una óptima salud y prevenir el envejecimiento,
5. Recuperar la coordinación cuerpo-mente
realizando ejercicios como el yoga, tai-chi, chi-kung, caminatas
6. Dormir en forma adecuada y descansar
cuando se duerme. Antes de las 23 hs es el momento mejor
para conciliar un adecuado sueño, a su vez la calidad
de sueño se mejora si se realiza un tiempo de meditación
al despertarse
7. Flexibilidad y creatividad: actitud
flexible y creativa ante los acontecimientos cotidianos
y en la resolución de problemas
8. Espíritu joven: la capacidad de asombro y de admiración,
la inocencia, el reír y el jugar, influyen positivamente
en la mente y el cuerpo
9. El contacto directo con lo sagrado;
la comunión con la naturaleza y/o la meditación
son la expresión máxima del Amor y permite
ir al espacio sin tiempo, al interior de uno mismo y desde
allí observar el fluir de la realidad
10. Vivir en el amor: el equilibrio del
dar y recibir, las manifestaciones amorosas afectivas, verbales
y atencionales, estimulan el sistema inmunológico
y se irradia luz y plenitud. El Amor transforma el cuerpo,
la psiquis y las emociones y, por ende, el mundo que nos
rodea.
“Cuando la gente deja de crecer, envejece”,
transformando esta frase, podemos decir que en el tiempo
de la mente y el cuerpo el camino a recorrer es el del crecimiento
y evolución.
Somos responsables de cómo elegimos vivir, podemos
crear y recrear infinitas posibilidades para vivir saludable
y plenamente.
…“Muere
lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien
no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y
no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere
el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes”
a un remolino de emociones, justamente las que rescatan
el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones
a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está
infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo
incierto para ir detrás de un sueño, quien
no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los
consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no
oye música, quien no encuentra gracia en sí
mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no
se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose
de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo
cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre
que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple
hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
una espléndida felicidad.”
Pablo Neruda
Bibliografía
consultada: Chopra, D.- Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
Ed. Vergara. Ed. 2004
Chopra,D.- La curación cuántica. Ed. Grijalbo.
Ed. 1989
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